Con el trabajo que realizamos en la bodega queremos expresar todo el potencial de la uva que durante un año se ha estado preparando en el campo. Mediante procesos suaves y respetuosos, buscamos la expresión más natural de cada variedad. 

Fermentamos en depósitos de acero inoxidable y barricas de roble de diferentes orígenes y toneleros. Seguimos de cerca este proceso, analizando el mosto y el vino, catándolo y decidiendo los coupages finales.

El vino es el fruto de todo este trabajo.

Jóvenes con carácter

Juventud, madurez y complejidad a partes iguales. Los vinos jóvenes de L’Olivera pretenden trasladar a la botella la expresión genuina de las variedades históricas que cultivamos en las Valls del Corb, en un paisaje mediterráneo de interior y de cierta altitud que proporciona al vino un equilibrio justo entre volumen, frescor y una expresión única en la materia primera.

Los Macabeos

El Macabeo es una variedad importante e históricamente presente en Vallbona de les Monges y en Costers del Segre. Desde sus inicios, L’Olivera ha hecho una apuesta por esta variedad y para descubrir el potencial de la misma. Los monovarietales de Macabeo de L’Olivera son el resultado de la exploración de diferentes elaboraciones en búsqueda de su expresión sutil, a la vez que se participa en la creación de vinos complejos.

Vinos singulares

Vinos que quieren ser un reflejo nítido del paisaje de donde provienen, un paisaje singular que da vinos singulares. Personalidades buscadas en cada vino para que cada uno exprese, a su manera, el mosaico agrario y territorial único que lo ha visto nacer. Variedades recuperadas, elaboraciones tradicionales o expresiones varietales singulares son las propuestas enológicas que estos vinos esconden.

Vinos urbanos

Vinos que nacen en viñas urbanas, en la finca de Can Calopa, en el Parc Natural de Collserola en Barcelona y en la finca de Can Gambús, en el Parc Agrari de Sabadell. Dos proyectos que abanderan la recuperación de la actividad agrícola vinculada a las grandes ciudades. Vinos fieles a sus paisajes periurbanos, con una mirada contemporánea a la tradición agrícola de estas zonas.

Proyecto Rasim

Rasim es un proyecto que nace de la pasión por los vinos dulces de sus promotores: Claret Serrahima, diseñador barcelonés y creador de nuestra imagen, y L’Olivera. Un proyecto para hacer posible en nuestra zona lo que hemos conocido en otras regiones vitícolas históricas: llegar a crear vinos dulces con elaboraciones singulares y reivindicar su lugar en nuestra gastronomía. Son vinos que se mueven siguiendo los ritmos requeridos por la naturaleza, pasificando sobre lechos de paja o bien en la misma cepa, a fin de concentrar la materia de forma natural. Elaboraciones lentas, arriesgadas, al límite de la paciencia. El resultado son vinos de meditación, vinos que requieren un tiempo para degustarlos y descubrir la complejidad que esconden.

Vinos experimentales

Vinos que nacen de la inquietud y la pregunta permanente, la que nos mueve a buscar nuevas formas de interpretar el vino, nuevas elaboraciones y nuevas miradas en la viña y en la bodega. Vinos con vocación experimental, que dibujan las líneas en viticultura y enología con las cuales vamos avanzando en nuestro itinerario inquieto hacia la búsqueda y la innovación.

Los espumosos

Los espumosos de L’Olivera son el resultado de la intuición inicial que el nuestro era un paisaje capaz de darnos vinos espumosos singulares, con las variedades históricas como base.
Es así cómo a principios de los 90 L’Olivera empieza a elaborar vinos espumosos, siguiendo el método tradicional y con la mirada puesta en el respeto al carácter de cada variedad para elaborar unos espumosos de burbuja fina, frescos y de crianzas medias y largas.

Vinos de cada día

Una forma pensada para el consumo cotidiano del vino, alimento central de la dieta mediterránea. Los Vinos de Cada Día son los acompañantes perfectos en nuestra mesa diaria: frescos, ágiles y que combinan con todo. El envase es de fácil servicio y conserva el vino en buenas condiciones.