El premio es un reconocimiento a la apuesta de L’Olivera por la agricultura ecológica, el apoyo a la economía local y su compromiso con la sostenibilidad y la justícia alimentaria
La tercera edición de los Premios a la Responsabilidad Gastronómica también han premiado al cocinero Artur Martínez y a la Fundación Mescladís
L’Olivera ha sido reconocida con uno de los Premios a la Responsabilidad Gastronómica que otorga Slow Food en el marco de la feria Terra i Gust, la fiesta de la alimentación sostenible de Barcelona. Concretamente, la cooperativa ha sido premiada en la categoria de Produccón Responsable, un premio que, según Slow Food, reconoce el esfuerzo, la investigación, la creatividad, solidaridad y desarrollo de talento de emprendedores e innovadores que demuestran inquietud por construir un mundo más justo en un entorno globalizado y que tienen la capacidad de asumir riesgos y la motivación necesaria para induir cambios en la sociedad.
Con este premio, Slow Food ha querido destacar el trabajo de preservación de variedades tradicionales y prácticas agrícolas sostenibles que lleva a cabo L’Olivera, pero también su trabajo de inclusión social e integración laboral de personas con dificultades. Para Slow Food, «su enfoque en la agricultura ecológica, el respeto por el medio ambiente y el apoyo a la economía local reflejan un compromiso genuíno con la sostenibilidad y la justícia alimentaria». Unos valores que se alinean plenamente con la misión de Slow Food de valorizar los alimentos buenos, limpios y justos.
Además, la tercera edición de estos premios también han reconocido al cocinero Artur Martínez, chef del restaurante con Estrella Michelín Aürt, en la categoría de Cocina Responsable. Defensor y divulgador de los productos locales y de sus productores, trabaja y profundiza alrededor del exotismo de la proximidad.
Finalmente, en la categoría de Mejor Iniciativa Responsable, ha sido guardonada la Fundació Ciutadania Multicultural – Mescladís, un proyecto social sin ánimo de lucro que promueve la inclusión social y laboral de personas en riesgo de exclusión social a través de la hostelería.
Estos premios refuerzan la apuesta de Slow Food por la difusión de los valores de la agroecología y la gastronomia local. Fundado en 2005 como movimiento local a partir de las premisas de la organización internacional, Slow Food Barcelona es una referencia en la ciudad trabajando por la ecogastronomia y unir la cultura gastronómica y la ecología, promoviendo la defensa de la biodiversidad agroalimentaria local y la preservación del medio rural y marino.