La asamblea general ordinaria de socias de la cooperativa L’Olivera se reunió el pasado viernes 25 de abril en Vallbona de les Monges para renovar los cargos de la organización y cerrar la actividad de 2024.

La enóloga de la bodega de Vallbona de les Monges y socia trabajadora de la cooperativa desde 2007, Clara Griera, fue elegida nueva presidenta de L’Olivera junto a un equipo formado por Pau Moragas como vicepresidente; Martí Monfort como secretario; Enric Altisent como tesorero; y Madior Gueye, Alèxia Rioja y Maria Pilar Massana como vocales. Todos ellos forman el Consejo Rector de la cooperativa L’Olivera, que ejerce también como Patronato de la Fundación L’Olivera. forman el Consejo Rector de la cooperativa L’Olivera, que ejerce también como Patronato de la Fundación L’Olivera.

Sobre su nombramiento, Griera destaca: “Siempre me ha interesado el proyecto político de L’Olivera. Entré a trabajar principalmente motivada por el proyecto de convivencia y desarrollo territorial, y al cabo de un año me impliqué como socia trabajadora. Que además pueda desarrollar mi oficio como enóloga es un regalo. Así que la presidencia me ilusiona porque me ofrece la oportunidad de profundizar más en el ámbito societario y, al mismo tiempo, es un reto, ya que atravesamos un momento de transición que hay que gestionar.”
Y añade una mirada de futuro: “Creo que la visión nos impulsa hacia adelante, pondremos en marcha un nuevo Plan Estratégico que nos permita abordar temas clave como vincular a más socios al proyecto, reforzar los proyectos de autonomía de las personas y ampliar mercados. En esta línea, siento que L’Olivera puede ser un referente en innovación social y desarrollo rural, y serlo desde la activación de estrategias comunitarias que respondan a las necesidades de las personas.”
Finalmente, sobre el relevo de la presidencia de Maria Dolors Llonch, que ha ejercido el cargo de 2018 a 2025, Griera destaca: “Es bonito tomar el relevo de una presidencia tan humana, cercana y vinculada al valor social de L’Olivera. Maria Dolors Llonch ha impulsado mucho el proyecto social de Can Calopa, la construcción de equipos profesionales muy humanos y alianzas políticas para consolidar el proyecto.”

Igualmente, la presidenta saliente, Maria Dolors Llonch, destaca que:
“Ha sido una gran responsabilidad trabajar para lograr un cambio en el modelo de gestión de L’Olivera, manteniendo el espíritu fundacional del proyecto y avanzando hacia un modelo más empresarial. Esto ha implicado generar nuevos equipos y dinámicas de trabajo, así como integrar toda la actividad de Can Calopa en el proyecto global de L’Olivera. El nuevo Consejo Rector tendrá el reto de consolidar este cambio y seguir explicándolo hacia afuera para posicionar la propuesta integral de convivencia y producción única que ofrece L’Olivera. Todos los cambios generan oportunidades de mejora, y estoy segura de que este también lo será.”

2024: Cincuenta años de historia

La asamblea también sirvió para cerrar formalmente la actividad de 2024, un año marcado por la celebración del cincuenta aniversario de L’Olivera. “Son cincuenta años llenos de sueños, utopías y dificultades para construir y consolidar un proyecto transformador y agrícola”, señala el director de L’Olivera, Carles de Ahumada. Un año muy especial también porque L’Olivera fue reconocida con el Premio al Mejor Aceite de Cataluña por el Oli de Finques; el premio Memorial Josep Maria Salas Peiró por su proyecto de pisos de inserción en Molins de Rei; el premio a la mejor iniciativa sostenible en el tercer concurso de la Denominación de Origen Costers del Segre; el reconocimiento de Slow Food por la producción responsable; el premio Josep Mercader del Fórum Gastronómico de Barcelona y el Premio a la Mejor Iniciativa Solidaria en el mundo del vino otorgado por la Asociación Catalana de Sumilleres.

En el marco de la celebración de los cincuenta años, se editó el libro ‘50. L’Olivera, voces y vida’, que recoge aventuras y vivencias del proyecto. También se elaboró el ‘Vino de los 50 años’, un macabeo que recoge y conmemora el conocimiento acumulado durante medio siglo. Además, se celebraron tres actos institucionales para reunir a personas socias, amigas y colaboradoras de L’Olivera.

En el ámbito productivo fue un año complicado debido a la sequía. Aun así, el proyecto facturó 3.477.800,83 €, con un beneficio de 17.742,71 €, y se cultivaron un total de 39,3 hectáreas de viñedos y olivos. Además, en el ámbito social, se acompañó a 43 personas. “Somos un proyecto resiliente. A pesar de las crisis económicas o las malas temporadas en el campo, nunca dejaremos de buscar oportunidades para elaborar un producto de calidad con valor social”, destaca la presidenta Clara Griera.