La campaña de vendimia llega tras un año muy seco aunque las reservas de agua de este invierno y del año pasado han permitido aguantar y mantener la producción y la calidad de campañas anteriores La añada 2021 será la primera en que el vino espumoso L’Olivera Reserva será ecológico, siguiendo la apuesta que L’Olivera ha hecho desde sus inicios por una agricultura respetuosa.
Ola de calor, sequía y jabalíes son las afectaciones más importantes que estan marcando, en general, esta campaña de vendimia, la segunda en pandemia, en la que son muchas las bodegas que se ven afectadas por la falta de pluviometría de este año y ven como la uva se ha quedado pequeña en algunas parcelas y, por tanto, también ha bajado su rendimiento.
Un escenario que, a pesar de ser general, no ha afectado en todas las zonas de la misma manera. En el caso de L’Olivera, en Vallbona de les Monges, en la subzona Valls del Corb de la DO Costers del Segre, la afectación ha sido menos de la esperada. A pesar de la sequía evidente, se prevé que la campaña de vendimia 2021 que ha empezado esta semana, sea una buena campaña, tanto en cantidad como en calidad. Y es que las lluvias acumuladas del año pasado, junto con la nieve de este invierno, han dejado reservas de agua en las parcelas de suelos profundos que han suavizado la falta de pluviometría, dando como resultado un estrés hídrico moderado, condiciones ideales para la vid. Las zonas llanas y de secano han acusado, eso si, una poco más la falta de pluviometría primaveral.
En este escenario ha empezado la vendimia con la cosecha manual del Macabeo, que servirá para elaborar los espumosos de L’Olivera. Como novedad, en esta campaña, esta uva será ecológica y permitirá sacar al mercado la primera añada 100% ecológica del vino Espumoso Reserva L’Olivera. Des esta forma, consolidamos nuestra apuesta por la viticultura ecológica, con la mirada puesta en el trabajo respetuoso de la materia primera que en L’Olivera trabajamos de forma manual, un trabajo a escala humana que nos permite respectar los ritmos de la naturaleza y los de las personas que trabajan con nosotros.
Ahora, el reto es ver si en este final de maduración de la uva se mantienen las temperaturas frescas de las noches de septiembre, que ayudarán a equilibrar la concentración de color y la síntesis de aromas en la uva, para obtener una uva equilibrada. Como explica Pau Moradas, responsable de producción de L’Olivera, «todo apunta a que será un año de equilibrio y una producción potencial moderada porqué el número de uvas por cepa, en general, es bastante alto». L’Olivera prevé, pues, mantener las producciones de otras campañas, alrededor de los 200.000 kg de uva procedentes de los viñedos de la Vall del Corb.
El reto, según Moragas, es «traducir la calidad de la viticultura en precios que permitan valorizar el trabajo hecho por los viticultores, un aspecto complicado en los últimos años sobre todo por las políticas de grandes empresas y la alta producción de grandes regiones que propician precios a la baja», apunta.
La vendimia en Can Calopa
En las fincas de Can Calopa, en Collserola, la vendimia llega tras una sequía muy fuerte y una gran presión de la fauna, especialmente de los jabalíes, que ha obligado a tomar medidas como la colocación de redes en los viñedos. No obstante, como en el cas de Vallbona, las reservas de agua en el suelo despurés de las lluvias del año pasado, han permitido aguantar un año muy seco y las plantas han sufrido menos de lo que se esperaba. Con todo, se espera que sea un año de buenas maduraciones y buena sanidad de la uva, con una producción media similar a la del 2019, alcanzando los 6000 kg de uva en los viñedos de Can Calopa, las únicas viñas de la ciudad de Barcelona.
En el cas de la finca de Can Gambús, que L’Olivera gestiona en el Parc Agrari de Sabadell, la vendimia ya ha empezado y las expectativas también son buenas, aunque la sequía sí que ha afectado algunas variedades, como el Merlot o el Chardonnay, que presentan granos más pequeños y, en consecuencia, una ligera bajada en su rendimiento. No obstante, se espera una campaña de buenas maduracions y buena sanidad, según apunta el enólogo de L’Olivera en Can Calopa, Iñigo Haughey, que prevé también buenos equilibrios y una producción media similar a la de otras campañas, alcanzando los 5000 kg de uva en la viña de Sabadell.