A pesar de la sequía, la campaña augura una buena cosecha, con una buena calidad de la uva

La viña del Parque Agrario de Can Gambús, en Sabadell (Vallès Occidental), es el escenario de la estrena de la vendimia 2023. L’Olivera arranca así una nueva campaña, la tercera consecutiva marcada por la sequía persistente. Este viernes, un equipo de Can Calopa inicia la cosecha del Chardonnay y el Xarel·lo en la viña periurbana donde nacen los conocidos Arraona, los vinos que reivindican la tradición vitivinícola vallesana.

Este año, y a pesar de las lluvias de finales de primavera, la falta de precipitaciones generalizada vuelve a condicionar la vendimia. Si bien es cierto que no se han sufrido olas de calor como el año pasado, la producción en Sabadell continúa un 25% por debajo de la media de los otros años, recuperándose ligeramente del fuerte descenso que supuso la vendimia 2022.

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No obstante, la cosecha se prevé buena y hace que el equipo de Can Calopa, dirigido por el enólogo Íñigo Hayghey, sea optimista. La sanidad de la uva es excelente y la calidad es superior a la de los últimos años, con racimos más llenos y maduraciones óptimas y uniformes. Con esta calidad, el equipo de L’Olivera – Can Calopa anticipa un trabajo exigente en la bodega con el fin de que los Arraona blanco y tinto continúen evolucionando y ganen en consistencia y matizes.

Después de la viña de Sabadell, el equipo continuará la campaña en la viña de Can Calopa donde, por primera vez, se vendimiará la variedad Xarel·lo. Esta variedad se plantó en la finca municipal de Barcelona gracias a la campaña de micromecenazgo que se realizó en 2020 con el fin de replantar Can Calopa con variedades tradicionales de la sierra de Collserola. Con esta variedad, L’Oliver elaborará un vino blanco de finca, el futuro Vinyes de Barcelona blanco. Un vino que, como el Vinyes de Barcelona tinto, quiere mantener vivo el legado y la tradición vitivinícola de Collserola y la ciudad de Barcelona.