Se trata de un coupage de Xarel·lo, Garnacha blanca y Malvasía de fermentación espontánea en la viña con sus levaduras salvajes, una apuesta por buscar la expresión más pura del carácter varietal

L’Olivera presenta su Blanc de Marges. Y decimos nuevo porqué este vino llega totalmente renovado al mercado. Después de muchos años manteniendo un perfil clásico elaborado en barrica, este vino blanco se renueva por dentro y por fuera y se convierte, desde ahora, en el primer vino blanco de mínima intervención que L’Olivera saca al mercado. Y es que, en los últimos años, en L’Olivera hemos caminado hacia la elaboración de vinos de mínima intervención, buscando la máxima expresión y el máximo respeto a lo que la tierra nos da.

Así, el nuevo Blanc de Marges es un vino que se hace a si mismo, pisado con los pies y con fermentación espontánea en la propia viña con sus levaduras salvajes, una apuetsa por el máximo respeto al caráter varietal en busca de su expresión más pura. Y, también, una apuesta por las variedades recuperadas, con el Xarel·lo como variedad principal, que le aporta estructura, pero también el toque fresco y aromático de la Malvasía y el frescor de la Garnacha blanca.

Referente a la cata, se trata de un vino intenso y aromático, con notas de albaricoque y melocotón blanco y un punto salino de hinojo marino. Un perfil que lo convierte en un vino perfecto para acompañar platos fríos a base de marinados, la pasta al pesto o platos con condimentos a base de hierbas aromáticas.

Este nuevo vino es fruto de la vendimia de 2023, que fue muy complicada a causa de la sequía, pero que permitió obtener una uva de mucha calidad para elaborar este tipo de vino. Un perfil de vino que desde L’Olivera se está trabajando en los últimos años, con la mirada puesta en producir vinos que sean el máximo reflejo de su paisaje, un paisaje tatuado por los márgenes de piedra seca que rodean los viñedos de de donde sale este vino. Por eso, la imagen de la etiqueta ha sido diseñada pensando en este paisaje de márgenes, utilizando un fragmento real de uno de los márgenes de Vallbona de les Monges, que constituy la imagen central de este etiqueta, obra del estudio de diseño Clase_bcn, con quien L’Olivera colabora desde sus inicios.