Se trata de la finca que se plantó en 2020 gracias al proyecto de microfinanciación “Plantamos una vid en Barcelona” a través de la plataforma Goteo. Esta viña se injerta con la variedad Xarel·lo y la primera vendimia será en 2023.
L’Olivera ha iniciado, este mes de julio, los trabajos para injertar una de las fincas de Can Calopa, en el parque de Collserola de Barcelona con el objetivo de elaborar una vino de finca blanco bajo la marca “Vinyes de Barcelona” con la que actualmente ya elabora un vino tinto. Se trata de una parcela de 0,4 hectáreas que se replantó en el 2020, un proyecto que fue posible gracias a la aportación de más de 200 personas que participaron en la campaña de micromecenazgo “Plantem un cep a Barcelona” que L’Olivera lanzó a través de la plataforma Goteo.org. y que ha de permitir replantar la totalidad de las 3 hectáreas de viña que hay en Can Calopa y hacer este proyecto viable a largo plazo.
Así, después de ser replantada, la viña ha podido ser injertada este verano tras un largo proceso de estudio y búsqueda histórica de las variedades que antiguamente existían en la zona antes que la filoxera primero, y la industrialización después, terminaran con la existencia del viñedo en el Parque Natural de Collserola. Parece ser que, según diferentes estudios históricos, en esta zona periurbana predominaban las variedades de uva blanca, entre ellas, una de las mayoritarias, el Xarel·lo, también llamada Pansa o Pansalet, que ha sido finalmente la variedad elegida para hacer los injertos. Se trata de una variedad, además, que se adapta bien a las condiciones de la finca, frescal y con maduraciones lentas gracias a la presencia de la marinada durante el verano.
Para hacer el injerto, se han seleccionado Xarel·los de cuatro orígenes diferentes, algunos de ellos procedentes de las parcelas que L’Olivera tiene en Vallbona de les Monges y, otros, procedentes de la zona del Penedès. Así, el primer “Vinyes de Barcelona” blanco que saldrá de estas fincas será un monovarietal de Xarel·lo aunque, en un futuro, el objetivo es plantar más variedades blancas con la idea de hacer un coupage en este nuevo vino blanco de finca de Can Calopa. Si se cumplen las previsiones, la primera cosecha de esta nueva viña será en el 2023, cuando se elaborará la primera añada de este nuevo vino blanco, unas 700 botellas como máximo.
L’Olivera trabaja ahora en la definición de la vinificación, que está aún por definir, pero que intentará seguir la línea de los vinos que ya elabora y su esfuerzo por expresar al máximo el terroir.
El objetivo: hacer viable, a nivel productivo, la única viña de la ciudad de Barcelona
La masía Can Calopa de Dalt es una de las más de 150 masías que hay esparcidas en la sierra de Collserola que, con más de 4 siglos de historia, es hoy en día un testimonio vivo del pasado agrícola de la ciudad de Barcelona. La viña había sido uno de los cultivos tradicionales de la zona, protagonista del entorno socioeconómico del territorio, hasta finales del siglo XIX, cuando se inició su retroceso con la llegada de la filoxera. Con la industrialización, y la consiguiente proliferación de fábricas y polígonos industriales en el área metropolitana, el proceso urbanizador del territorio supuso el retroceso definitivo de la viña y la pérdida de los campos de cultivo que quedaban aún en la sierra. En la actualidad, sólo el 2% del territorio de Collserola es de uso agrícola, mientras que en 1950 conformaba el 21,5% del territorio. La viña supone, solo, el 0,05%.
Replantar e injertar esta viña representa, pues, garantir que Can Calopa pueda continuar siendo un proyecto agrícola y social en la ciudad de Barcelona, arraigado en el territorio y que contribuye a la transformación agroecológica del Parque Natural de Collserola, así como a la preservación del paisaje y del patrimonio histórico. Pero además, es también la consolidación de este proyecto de agricultura social y de este modelo agrario que une territorio y personas en un proyecto productivo sostenible.