Se trata de una edición muy limitada de tan solo 700 botellas que L’Olivera embotella bajo el proyecto Únic, un proyecto de vino experimental que cambia a cada añada y que en esta ocasión es un monovarietal de Garnacha blanca.
Aquello único sólo pasa una vez, es efímero y no se reptite. Y es en esta fugacidad que recae su singularidad. Bajo esta premisa L’Olivera iniciaba, hace 10 años, el proyecto Únic. Único, porqué queremos construir una experiencia irrepetible: la de un vino que sólo pasa una vez, un vino efímero, que no se repetirá. Un vino que no será nunca igual, porqué queremos que este nuevo vino sea nuevo cada año: nuevas varidades, nuevas elaboraciones, nuevos perfiles. Porqué queremos que cada añada del Únic sea el resúmen del trabajo de aquel año. Un vino que sea la síntesi del esfuerzo por innovar y buscar nuevas formas de trabajar el vino, el resúmen de todo un año de experimentación. Y como no hay años iguales, tampoco habrá un Únic igual.
Por este motivo, el Únic de esta añada 2020 (el cuarto en toda la historia del proyecto) es un experimento singular, una edición muy limitada que ens esta añada es fruto de los poco más de 900 kilos de Garnacha blanca que se recogieron en la vendimia del 2020, pensando ya en la elaboración de un monovarietal que pusiera en valor esta variedad con la que L’Olivera trabaja desde hace unos años para elaborar los vinos dulces naturales Rasim. En esta ocasión, no obstante, esta variedad se trabaja en fermentación en barrica de roble para elaborar un vino seco, maduro y elegante.
Esta es la primera vez que L’Olivera elabora un monovarietal de Garnacha blanca, siguiendo la larga trayectoria y experiencia de L’Olivera en la elaboración de monovarietales de Macabeo fermentados en barrica. En esta ocasión, se trata de una Garnacha procedente de la viña de la Partida del Bosque de Nalec, en la Vall del Corb, dentro de la DO Costers del Segre, de cepas conducidas en vaso tradicional, que L’Olivera plantó en el 2013 a más de 600 metros de altura y donde practicamos una viticultura de secano y ecológica.
Vendimiado a mano y seleccionado en la propia viña, el Únic 2020 es un vino que ha fermentado a temperatura controlada en barrica de roble francés de primer año una parte y, la otra, en barrica húngara de tercer año, ambas de 300 litros, con el fin de respetar al máximo el carácter varietal de la Garnacha. La crianza se hace sobre las propias lias con un battonage semanal para aumentar el volumen en boca y buscar una integración más fina de la madera. Es un vino al que no se le ha aplicado ningún tratamiento de estabilización proteica ni tartárica, con el objetivo de intervenir el mínimo posible. Sólo tiene una filtración ligera antes de ser embotellado.
En total se ha embotellado una edición muy limitada de 700 botellas de este vino, que se pueden adquirir solo en la bodega de L’Olivera en Vallbona de les Monges i en La Vinoteca de Can Calopa, así como en la tienda online de L’Olivera.
En boca encontraréis un vino intenso y elegante, donde sobresalen las notas de fruta blanca (pera, manzana) y fruta tropical (plátano, piña madura y melón), con toques anisados y un punto cítrico sobre un fondo de toffee. En boca es un vino untuoso con una entrada intensa y sabrosa y una buena acidez que le da frescor. Regresan los recuerdos de fruta madura, con notas de vainilla y tostados en el postgusto. Es un vino ideal para acompañar platos de intensidad media-alta como los guisados de carnes blancas o los pescados grasos como el salmón.
Una imagen también única
La imagen gráfica del Únic 2020 es obra del diseñador de Lleida Pau Llop i el barcelonés Esteve Padilla, del estudio de diseño gráfico 131.gd, que han querido reflejar el carácter experimental y único de este vino. Una etiqueta que juega con la simplicidad y la honestidad y se sirve del juego tipográfico para hacer que cada etiqueta sea única: el número de cada botella constituye la imagen de la etiqueta, haciendo así que cada botella tenga un número diferente y, por lo tanto, convirtiendo cada botella en una pieza única.